Bipolaridad
Por. JS
- ¿Qué haces? Era la pregunta más difícil que existía para mí.
Un día le hice esa pregunta a AQ, a quien admiro y aprecio. Alejandra respondió sin vacilar: Soy una pintora que sabe de leyes. Su respuesta fue tan directa y sencilla que a partir de ese momento tomé la decisión de ahorrar palabras y explicaciones. La siguiente vez que me preguntaron lo mismo, respondí naturalmente: Soy una abogada que pinta.
Ignoro cual de las dos respuestas hubiera escogido Kandinsky, también abogado y pintor. Talvez la segunda en Moscú y talvez la primera en Munich, o talvez ninguna. Sin embargo, lo anterior me recordó la idea de la dualidad del ser.
Creo que hay muchos caminos y que cada uno puede ser andado, una y dos veces, por una Jimena diferente. Por la abogada que pinta. Por la pintora que sabe de leyes. Por la pintora que ama las letras. Por la amante de las letras que pinta. Por las que se fragmentan y que aun están aprendiendo a vivir juntas y apenas se soportan, por las que se multiplican y están robándole protagonismo la una a la otra permanentemente, pues ni la verdadera Jimena sabe todavía cual de todas es ella misma y le aterra la idea de morir sin saberlo. Aunque sospecha que todas confluyen en una sola: en la de la vida cotidiana….
- ¿Qué haces? Era la pregunta más difícil que existía para mí.
Un día le hice esa pregunta a AQ, a quien admiro y aprecio. Alejandra respondió sin vacilar: Soy una pintora que sabe de leyes. Su respuesta fue tan directa y sencilla que a partir de ese momento tomé la decisión de ahorrar palabras y explicaciones. La siguiente vez que me preguntaron lo mismo, respondí naturalmente: Soy una abogada que pinta.
Ignoro cual de las dos respuestas hubiera escogido Kandinsky, también abogado y pintor. Talvez la segunda en Moscú y talvez la primera en Munich, o talvez ninguna. Sin embargo, lo anterior me recordó la idea de la dualidad del ser.
Creo que hay muchos caminos y que cada uno puede ser andado, una y dos veces, por una Jimena diferente. Por la abogada que pinta. Por la pintora que sabe de leyes. Por la pintora que ama las letras. Por la amante de las letras que pinta. Por las que se fragmentan y que aun están aprendiendo a vivir juntas y apenas se soportan, por las que se multiplican y están robándole protagonismo la una a la otra permanentemente, pues ni la verdadera Jimena sabe todavía cual de todas es ella misma y le aterra la idea de morir sin saberlo. Aunque sospecha que todas confluyen en una sola: en la de la vida cotidiana….
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